Otro de los fenómenos paranormales más conocidos es el de l@s médiums y sensitiv@s. Como en todos estos temas es difícil separar el grano de la paja, ya que prácticamente todo lo que hay es paja. Pero la pregunta que yo me hice en su momento es si debajo del engaño y el espectáculo había algo real, si de verdad existen las médiums. Pero primero habrá que explicar que es una médium y la fenomenología que subyace a este mundo, en el que ya os adelanto que casi todo es farsa pero en el que, por experiencia personal directa, he de decir que alguna verdad hay en ella. Trataremos de ver que de cierto hay y que explicación científica puede haber en dichos fenómenos.
Pero empecemos por el principio, ¿Qué es un médium? Son aquellas personas capaces (en teoría) de entablar conversaciones con los muertos, incluso verlos. En definitiva: hablar con el más allá. Lo primero que se encuentra al sumergirse en este mundo es una gran cantidad de embustes y engaños. Doy por descontado que los grandes espectáculos de supuestos médiums, que contactan con familiares fallecidos de todos los presentes a voluntad y cuando así lo desean, son eso, puro espectáculo o directamente un fraude para gente crédula. Dejadme que sea duro: me parece vomitivo usar el dolor por la muerte de un ser querido para sacar dinero.
Todos conocemos los métodos de esta gente para hacer creer que “hablan” con el más allá: ganchos preparados entre el público, frases genéricas que se pueden aplicar a un gran porcentaje de nosotros, espías antes del espectáculo recabando información entre los presentes que usarán para su “la demostración de sus poderes”. Pura charlatanería e ilusionismo.
Pero si creo que hay personas capaces de sentir a personas fallecidas, o incluso hablar con ellas. A esas no las veréis salir por la televisión, ni cobrar en sesiones obscenamente caras, ni hacer negocio con ello. La mayor parte de esas personas que realmente parecen tener esa capacidad, no la desean, no hablan de ello fuera de su círculo más íntimo y cerrado. No es un “poder” agradable. ¿Pero es posible? ¿O también mienten? Es una duda razonable. Ya os he dicho que el asunto me toca de cerca y lo he podido comprobar empíricamente en mis propias carnes y no tengo ni la más mínima duda de la credibilidad de dichas experiencias.
Hablando de estos temas, es curioso como algunas personas, en momentos puntuales de sus vidas han tropezado con esta experiencia. Siempre en momentos donde las emociones estaban a flor de piel y especialmente durante la pérdida de un ser querido. Experiencia que luego jamás se ha vuelto a reproducir. Yo mismo quizás haya sufrido una de esas experiencias. Mi madre murió hace ya más de diez años, durante los días posteriores y cuando el pesar era más insoportable, notaba como alguien invisible me abrazaba y me calmaba. No me cabe ninguna duda de que era mi madre, no sé cómo explicarlo, pero lo sé, pero he de conceder que se puede explicar a través de la sugestión.
También es notable el hecho de que las personas con un alto grado de credibilidad de que lo que relatan es cierto, como es el caso que me afecta directamente, en un momento dado u otro han estado muertos durante cierto tiempo, o bien al nacer, al sufrir un accidente: las personas que han sufrido una ECM (Experiencia cercana de la muerte) sean conscientes o no de ella. Eso me hizo preguntarme si podría haber algún tipo de relación y a través de ella poder realizar una hipótesis que lo explicara desde el punto de vista científico. Como no, la explicación estaría una vez más en la cuántica y en en el entrelazamiento a nivel atómico.
Una conciencia cuántica, como cada vez más es probable que lo sea, lo explicaría todo. Si realmente esa innovadora hipótesis es cierta, al morir nuestro yo queda liberado en forma de energía, pero no dejamos de existir, el cómo o a donde va esa energía lo desconozco, quizás a una de las múltiples dimensiones que la física ha demostrado que existen. Para que pudiera haber algún tipo de comunicación entre dichos mundos o dimensiones debe de haber algún puente que permita la transferencia de comunicación, ese “túnel” debe estar fuera del espacio y del tiempo, es decir, se debe producir un entrelazamiento cuántico entre ambos.
En este punto cobra todo su sentido el que sean precisamente las personas que hayan muerto durante unos minutos, quienes puedan tener esas habilidades. Su yo cuántico ha estado en el otro lado y se ha podido producir algún tipo de entrelazamiento que permita el trasvase de información. Sé que todo son suposiciones, pero ante la evidencia que tengo de esa realidad es la única explicación que puedo darle y que me parece muy plausible y lógica.
Hay otro fenómeno que todos en mayor o menor medida hemos sufrido, yo también: alguna vez en la vida sentimos lo que vulgarmente se llama un mal pálpito, o ido a un lugar que en apariencia no era especialmente amenazador y marcharnos por no sentirnos a gusto o conocer a alguien y caernos de forma irracional (o más bien racional) muy bien o muy mal, ya sabéis, el famoso: ese ti@ me da “mal rollo, y no sólo por su aspecto al que por desgracia solemos acudir para juzgar a alguien en una primera impresión. Hay personas que van más allá y que directamente notan lo que se llaman “presencias” o “espectros” en una casa, son los llamados sensitivos
He visto en primera persona y doy fe, si es que eso os sirve, de que también es real. La más impactante fue ver a mi acompañante sentirse especialmente mal en el pasillo de la recién casa alquilada de un amigo, hasta el punto del desmayo y conocer que en ese punto en concreto habían encontrado muerto al antiguo inquilino a las dos semanas de fallecer. Nuestro amigo no había contado a nadie aquel hecho y nos confesó que en aquella casa no se sentía especialmente cómodo. ¿Es casualidad? Yo estoy convencido de que no y más cuando el hecho se ha repetido delante de mí en más ocasiones.
La teoría más extendida en el mundo de lo paranormal es que los registros energéticos del pasado quedan de alguna forma impregnados en los objetos o los lugares y que l@s sensitiv@s son capaces de decodificar esos “restos energéticos” del pasado, como si ellos dispusieran del tocadiscos para reproducir un vinilo y el resto solo dispusiéramos del reproductor de mp3. Yo no lo creo así. Mi posible explicación al fenómeno de nuevo me lo da la física cuántica y el entrelazamiento de partículas. La cuántica, caótica y desconcertante nos indica que el tiempo no es lineal, si no que el pasado, presente y futuro coexisten al mismo tiempo en un bucle infinito. Sé que es complicado de entender, pero imaginaros una finca de tres pisos, en el 1º viviría el pasado, en el 2º el presente y en el 3º el futuro, todos a la vez pero al igual que en la vida real, el que está en el segundo no sabe que ocurre en el piso de arriba o en el de abajo. Es cierto que de vez en cuando oímos un golpe de “nuestros vecinos”, lo que se llama un eco del pasado o una precognición del fututo, los conocidos deja-vu, la mayor parte de las veces los ignoramos. Pero hay personas que son capaces de oír esos ecos con mayor asiduidad, como si tuvieran la llave del ascensor que comunica las diferentes plantas.
La muerte y si es cierto que somos energía cuántica, nos debe llevar a un lugar fuera del tiempo tal y como lo percibimos nosotros, quizás en ese estadio seamos capaces de entrelazarnos con todos los tiempos de nuestra vida y por ello aquellos que han regresado de ese mundo sean capaces de oír esos ecos. Es el caso de mi experiencia personal. Sé que me diréis que todo son conjeturas y es cierto, pero es lo único que me tengo para explicar un fenómeno que sé que es real porque lo he vivido
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