En este pequeño apartado quiero daros una serie de datos sobre La Gran Pirámide que en muchos casos son desconocidos y sobre los cuales me gustaría que reflexionaseis. Para no hacerlo pesado obviaré los datos que ya he ido mencionando en los artículos anteriores.
Ya os he mencionado que el impresionante monumento estaba revestido por 27.000 magníficas losas de granito pulido, lo que pocos de vosotros conoceréis es que esas piedras estaban pintadas de rojo, ¿os podéis imaginar la majestuosidad con la que debió lucir en un principio? Y lo más sorprendente es que tanto Heródoto (440 a.c.) como el historiador árabe: Abd el Latif (1.179) mencionan que la pirámide estaba recubierta en su exterior de jeroglíficos. Latif: "cubierta de cientos de inscripciones, tan numerosas que cubrirían 10.000 páginas escritas".
Antes de empezar con los datos matemáticos puros y duros os quiero poner en antecedentes. La Gran Pirámide se supone que se construyó durante la IV Dinastía, bien, la astronomía elemental en la XI, la rueda empieza a usarse en la XII, el vidrio en la XIV, la plomada en la XVIII, el hierro en la XXVI...
Existen numerosos papiros (como el de Rhind) que nos muestran que las matemáticas usadas en la época de Keops se corresponderían a nuestro antiguo 2º de EGB (2º de primaria), las grandes matemáticas sólo llegarían con las dinastías Ptolemaicas en el 300-36 a.c. ¿Se pudo construir tan increíble monumento en el siglo IV y en estas condiciones? Juzgad vosotros los datos que arroja La Gran Pirámide.
Los primeros datos científicos desde el punto de vista de la ingeniería los dio Sir
Williams Petri, usando teodolitos de gran precisión, niveles ópticos, calibres
micrométricos de Bernier, goniómetros adaptados para ángulos de 90º,
catetómetros… sus mediciones son las más perfectas y están corroboradas:
- En el interior existen dos canales que nos permiten ir de una cámara a otra, son los denominados canales ascendentes y descendentes, contra toda lógica por los medios de los que se disponían, ambos tienen exactamente la misma pendiente: 26º34', no parecida, la misma. Coincidencia difícil de explicar sin el uso de instrumental de cierta precisión.
- La gran galería de 9m de altura y poco más de 46 de longitud presenta muros perfectamente paralelos.
-
Se supone que el cierre poligonal del monumento (lo perfecto que es el cuadrado de la base de la pirámide) se realizó con mazas, estacas y la
cuerda de armentar... pues bien, el lado norte mide 230,253m, el sur 230,454, el este 230,357 y el oeste 230,391... ¡Errores máximos de 2 cm! Más que tolerables en la construcción de nuestros modernos rascacielos.
- En la cámara del rey tenemos la misma perfección, la pared norte tiene 10,4797 m frente a los 10,4782 de la sur, un error de una décima de milímetro por metro, el error aceptado para nuestros modernos prismas ópticos.
- En la cámara del rey tenemos la misma perfección, la pared norte tiene 10,4797 m frente a los 10,4782 de la sur, un error de una décima de milímetro por metro, el error aceptado para nuestros modernos prismas ópticos.
- Su orientación
geodésica es perfecta: respecto al norte se desvía 5 minutos y
31 segundos de arco, actualmente para nuestras maquinas modernas se aceptan como
válidos errores mucho mayores, tanto es así que hoy sería una proeza. Para que os hagáis una idea, dicho error de orientación equivale al ancho de
una moneda vista desde 1km de distancia. La
pirámide de Kefrén tiene exactamente la misma desviación (no parecida, la misma), de nuevo difícil de explicar si se realizaron con herramientas tan poco precisas como las descritas.
- Fue Andre Pochant en 1935 cuando en un vuelo fotografío en La Gran Pirámide un fenómeno curioso, la mitad de una de las caras de la pirámide estaba oscurecida mientras la otra mitad permanecía iluminada. No es una casualidad. Se ha demostrado que aparte de estar orientada a la perfección en el eje Norte-Sur y con Orión, La Gran Pirámide al igual que otros monumentos prehistóricos, marca como un reloj los solsticios y equinocios oscureciendo una de sus ochos caras con precisón matemática.
- Los ángulos del cuadrado de la base miden 89º59'58'', es decir, ¡se desvían tan solo 2'' de los 90º! Proeza que solo se logró cuando aparecieron nuestros modernos teodolitos, pues incluso la avanzada plomada (muy posterior a Keops) tiene errores de 20-30'.
- Además, pensemos que los instrumentos no ópticos de medida usados en la antigüedad dan errores de hasta 300 segundos, para que os hagáis una idea, un anteojo de colimación tiene un error de angularidad de 5 segundos...
- Su horizontalidad es también de una perfección asombrosa, la diferencia de altura entre caras opuestas de una hilera de bloques es de 1.5 cm, es decir, un error de 4 centésimas de milímetro por metro. Quizás la petrificación de una mezcla líquida preparada pudiera explicar al menos este punto por la perfección de horizontalidad del agua.
- Al igual que en el punto anterior, quizás la petrificación pudiera explicar la desviación imposible de 2mm en el paralelismo entre sí de las piedras de revestimiento en superficies de 3m2 y aristas de 2m, pero no explican la exactitud de los 90º exactos de los ángulos diedros de los
bloques y su colocación con una precisión de 1 segundo de error, no superado por nuestras
escuadras normalizadas actuales.
- En la denominada cámara del rey, al igual que en la de la reina, se encontraron también dos canales cuya orientación cardinal era perfecta, pero lo más extraordinario es que en su interior
se encontró un trozo de hierro que se pudo datar por las adherencias calcáreas que mostraban y que arrojaban que el metal pertenecía... ¡a las primeras dinastías!
Quiero que seáis vosotros quienes valoréis estos datos y si se puede seguir sosteniendo la historia oficial. Yo no tengo verdades absolutas, ni las pretendo, pero los datos fríos son los que son y todo parece apuntar a que efectivamente en la antigüedad existió una civilización con cierta tecnología que logró realizar estas proezas, que por algún motivo desapareció e hizo retroceder a la humanidad en su evolución tecnológica. Algo parecido a los sucesos que narro en "El Despertar de Helios", una involución tecnológica debida a una catástrofe natural. ¡Pero eso será la semana que viene!
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