Como ya expuse en el artículo anterior, estoy convencido de que el cambio climático es real, que las evidencias que nos está mostrando la naturaleza del mismo son innegables. Algo se está moviendo y a bastante velocidad. El quid de la cuestión ahora es quien está provocando ese cambio, no si existe o no. ¿La humanidad y sus emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero? ¿Nuestra devastación sobre la naturaleza está provocando el cambio?
Si os he de ser sinceros yo he cambiado mi percepción sobre el fenómeno. A pesar de lo que solemos ver en la televisión y en cualquier ámbito, mover nuestro punto de vista y pasar a pensar de forma diferente sobre cualquier tema cuando descubrimos argumentos sólidos que nos rebaten nuestra postura, es lo sensato. El inmovilismo y el creer que uno por ser él mismo tiene la verdad absoluta, solo lleva al empobrecimiento personal.
A día de hoy, a grandes rasgos, hay dos posturas enfrentadas sobre el origen del cambio climático: Unos aseguran que es el ser humano y su irresponsabilidad quienes están acabando con el ecosistema mundial y el responsable del aumento de las temperaturas y otros, como Victor Bokov (director del Instituto Polar Abdusamatov de la Academia de Ciencias Rusas), afirman que el fenómeno es natural y propio del ciclo de vida de La Tierra.
Yo creía sin ninguna duda que el ser humano era el que estaba provocando el calentamiento global. Que nuestras industrias y las emisiones de CO2 eran el origen del cambio climático. Ahora ya no estoy tan seguro. Tras analizar la situación, leer mucho y ver buena cantidad de datos actuales e históricos (muchos de ellos extraidos del analisis del hielo polar), la verdad es que no me identifico con ninguna de las dos posturas anteriores. La imagen que se me ha formado tras recapacitar y digerir mi pequeña investigación es que en efecto, el origen del calentamiento global no lo ha provocado el ser humano, simplemente nos hemos vistos inmersos en mitad de un proceso natural que se lleva produciendo durante millones de años y que se repite de forma cíclica. Pero no soy tan ingenuo como para pensar que las acciones humanas no tienen consecuencias sobre la naturaleza... Si tengo que dar mi punto de vista actual sobre los cambios que se están produciendo en el clima diría que el fenómeno es un proceso natural de La Tierra pero que está siendo acelerado y aumentado por las acciones del hombre. ¿Porque lo creo así? Creo que es el momento de exponer mis argumentos.
Quienes defienden que el ser humano es el culpable nos dicen que el principal responsable del calentamiento global es el ya famoso CO2, gas cuya presencia en la atmosfera ha aumentado de forma notable en las últimas décadas debido al uso de los combustibles fósiles como fuente de energía más que predominante en la obtención de combustible y energía. ¿Pero esto es así? Es innegable y evidente que esa emisión salvaje de CO2 se ha producido y se sigue produciendo, a principios del siglo XX existían 280 partes por millón de CO2 en la atmosfera, ahora nos acercamos a los 380... Es una diferencia enorme, creada fundamentalmente a partir de los años 80. Pero lo que yo pongo en duda es que sea la responsable del cambio climático. ¿Porque afirmo tal cosa? Solo hay que volver la mirada atrás en la geología de la tierra. Fuente: International Energy Agency, World Energy.
Durante el pleistoceno (2,5 millones - 80.000 años a.c.) se han sucedido unas once glaciaciones: globales, locales... las más conocidas son las de Riss y Wurm. Es realmente revelador como el CO2 en ninguna de ellas fue un factor relevante en el cambio climático. Se han dado descensos bruscos de la temperatura de La Tierra con el porcentaje de CO2 estable o incluso aumentando (en aquella época originado por la actividad volcánica) o lo contrario, épocas de calidez con el CO2 en la atmosfera disminuyendo, los estudios de los bloques de hielo formado en esas épocas no nos dejan lugar a dudas: en los cambios climáticos anteriores el CO2 jamás fue un factor relevante y pienso que ahora tampoco lo es. ¿Entonces? Querréis saber...
En este punto y antes de seguir avanzando, creo que he de hacer una reflexión. Con esto no quiero decir que no se deban reducir las emisiones de CO2, todo lo contrario. Soy un férreo defensor de que se deben eliminar al máximo, al igual que los combustibles fósiles y sustituir la producción energética con fuentes renovables. Pero los motivos por los que creo que debe hacerse no es por su efecto sobre el clima, si no sobre la salud. De todos es conocido como en muchas ciudades, la contaminación atmosférica de CO2 es tal que se ha de prohibir circular los coches para tratar de reducirla, ya que el CO2 en ciertos niveles de concentración es letal para el ser humano (por encima del 9%) al ser un gas asfixiante. En teoría por debajo de ese nivel no hay peligro... ¿seguro? Nadie ha realizado un estudio serio sobre qué consecuencias a largo plazo tiene para la salud el vivir inmersos en una nube permanente de CO2 (y restos de partículas producto de la combustión fósil). Yo soy químico y os puedo asegurar que nada bueno y por eso soy defensor de las energías limpias.
Pero sigamos, si el CO2 no es el responsable ¿Quién lo es? Esa misma pregunta me la hice unos dos años atrás y como no, la respuesta la tenemos en nuestras mismas narices y no éramos capaces de verla. Los científicos se afanaron en buscar causas internas para el calentamiento y se olvidaron de la más importante, la fuente principal de calor: El Sol. Parece increíble pero nadie hasta hace bien poco introdujo la variable solar en sus modelos climáticos... un incremento o disminución de la actividad solar afectará de forma inmediata al clima terrestre. Esa es y siempre ha sido la clave para los cambios climáticos, eras glaciares y épocas cálidas de la tierra: El Dios Helios.
Es evidente que la actividad solar ha aumentado año tras año, curiosamente coincidiendo con el calentamiento terrestre. La virulencia de las tormentas solares es cada vez mayor y más frecuente, la incidencia de los rayos ultravioletas y cósmicos hace que tomar el Sol en la playa cada vez sea más peligroso... Como sabréis, la órbita de La Tierra no es siempre la misma, de forma cíclica nuestra órbita respecto al Sol varía ligeramente, acercándonos o alejándonos del mismo lo que, al igual que si nos acercamos o alejamos de una hoguera, provocará que tengamos más calor o más frío.
Por lo tanto, creo que las causas del calentamiento global que en última instancia nos llevará a una nueva glaciación y de las que creo que hay pruebas sólidas son cuatro:
1) Aumento de la radicación solar: La prueba de que está aumentando es el incremento del nivel de H2SO4 en atmosfera. En épocas pre-glaciares es común que la capa de ozono varíe al recibir más impactos de rayos cósmicos y tormentas solares que provocan su ionización, el H2SO4 es el producto de esa reacción y luz de alerta del aumento de la actividad solar.
2) Variación de la incidencia de los rayos solares que hacen que las temperaturas sean cada vez más extremas: más calor en verano y más frío en invierno, haciendo que la primavera y el otoño casi no existan ¿Os suena? Este es un síntoma de que la excentricidad de La Tierra está aumentando, lo que implicará un ligero alejamiento del Sol y por tanto el inicio de una nueva era glaciar.
3) Un cambio del eje magnético de La Tierra el cual nos llevaría a un aumento de la actividad sísmica y volcánica ¿Curioso no? Otra de las evidencias de este cambio de eje magnético y de rotación lo podemos observar en como los hielos se retiran de unas zonas y aumenta en otras... el hielo en Groenlandia se está retirando, pero al norte de Siberia y en la Antártida crece...
4) Siempre que, y así lo demuestran todos los estudios geológicos, el nivel del mar aumenta es indicativo de que se acerca una era glaciar. Y como todos sabemos el nivel del mar está aumentando sin pausa.
En definitiva el cambio climático es un hecho y creo que el ser humano nada tiene que ver en él. La naturaleza sigue su camino, implacable y sin preocuparse de las necesidades o las molestias que le causa la humanidad. Nos ha tocado vivir en mitad de un cambio de ciclo terrestre del cual desconocemos su naturaleza, su alcance y en cuanto tiempo se producirá, pero que está sucediendo ya nadie lo niega. En el pasado ya se han sucedido pequeñas glaciaciones, como en la edad media, quizás lo que estemos viviendo sólo sea eso, o quizás no. No lo podemos saber, la vida de la humanidad respecto a la vida geológica de La Tierra es un minuto en un día, Gaia se mueve por ciclos de frío y calor y dentro de cada uno de ellos también encontramos más sub-ciclos. Quién sabe si nos enfrentamos a un pequeño cambio o a uno grande o si este ocurrirá en 10 o 100 años. Al final los Mayas tenían razón, un ciclo ha finalizado y comienza uno nuevo, ellos, de los que tantos se han burlado, quizás con sus conocimientos astronómicos nos hayan dado desde la antigüedad una nueva lección de humildad: "tendréis más tecnología y más medios pero no sois tan listos como os creéis".
No querría acabar este artículo sin una última reflexión: El ser humano no parece aprender la lección, Nos seguimos creyendo el centro, origen, causa y fin de todas las cosas y de nuevo la naturaleza nos baja de nuestro pedestal. Ni éramos el centro del Universo, ni del Sistema Solar ni el Astro rey giraba a nuestro alrededor y una vez más, los cambios climáticos no son por nuestra causa. Para la naturaleza somos insignificantes, una pulga en el lomo de un elefante. Creo que es hora de dejar de ser tan arrogantes.
Quienes defienden que el ser humano es el culpable nos dicen que el principal responsable del calentamiento global es el ya famoso CO2, gas cuya presencia en la atmosfera ha aumentado de forma notable en las últimas décadas debido al uso de los combustibles fósiles como fuente de energía más que predominante en la obtención de combustible y energía. ¿Pero esto es así? Es innegable y evidente que esa emisión salvaje de CO2 se ha producido y se sigue produciendo, a principios del siglo XX existían 280 partes por millón de CO2 en la atmosfera, ahora nos acercamos a los 380... Es una diferencia enorme, creada fundamentalmente a partir de los años 80. Pero lo que yo pongo en duda es que sea la responsable del cambio climático. ¿Porque afirmo tal cosa? Solo hay que volver la mirada atrás en la geología de la tierra. Fuente: International Energy Agency, World Energy.
Durante el pleistoceno (2,5 millones - 80.000 años a.c.) se han sucedido unas once glaciaciones: globales, locales... las más conocidas son las de Riss y Wurm. Es realmente revelador como el CO2 en ninguna de ellas fue un factor relevante en el cambio climático. Se han dado descensos bruscos de la temperatura de La Tierra con el porcentaje de CO2 estable o incluso aumentando (en aquella época originado por la actividad volcánica) o lo contrario, épocas de calidez con el CO2 en la atmosfera disminuyendo, los estudios de los bloques de hielo formado en esas épocas no nos dejan lugar a dudas: en los cambios climáticos anteriores el CO2 jamás fue un factor relevante y pienso que ahora tampoco lo es. ¿Entonces? Querréis saber...
En este punto y antes de seguir avanzando, creo que he de hacer una reflexión. Con esto no quiero decir que no se deban reducir las emisiones de CO2, todo lo contrario. Soy un férreo defensor de que se deben eliminar al máximo, al igual que los combustibles fósiles y sustituir la producción energética con fuentes renovables. Pero los motivos por los que creo que debe hacerse no es por su efecto sobre el clima, si no sobre la salud. De todos es conocido como en muchas ciudades, la contaminación atmosférica de CO2 es tal que se ha de prohibir circular los coches para tratar de reducirla, ya que el CO2 en ciertos niveles de concentración es letal para el ser humano (por encima del 9%) al ser un gas asfixiante. En teoría por debajo de ese nivel no hay peligro... ¿seguro? Nadie ha realizado un estudio serio sobre qué consecuencias a largo plazo tiene para la salud el vivir inmersos en una nube permanente de CO2 (y restos de partículas producto de la combustión fósil). Yo soy químico y os puedo asegurar que nada bueno y por eso soy defensor de las energías limpias.
Pero sigamos, si el CO2 no es el responsable ¿Quién lo es? Esa misma pregunta me la hice unos dos años atrás y como no, la respuesta la tenemos en nuestras mismas narices y no éramos capaces de verla. Los científicos se afanaron en buscar causas internas para el calentamiento y se olvidaron de la más importante, la fuente principal de calor: El Sol. Parece increíble pero nadie hasta hace bien poco introdujo la variable solar en sus modelos climáticos... un incremento o disminución de la actividad solar afectará de forma inmediata al clima terrestre. Esa es y siempre ha sido la clave para los cambios climáticos, eras glaciares y épocas cálidas de la tierra: El Dios Helios.
Es evidente que la actividad solar ha aumentado año tras año, curiosamente coincidiendo con el calentamiento terrestre. La virulencia de las tormentas solares es cada vez mayor y más frecuente, la incidencia de los rayos ultravioletas y cósmicos hace que tomar el Sol en la playa cada vez sea más peligroso... Como sabréis, la órbita de La Tierra no es siempre la misma, de forma cíclica nuestra órbita respecto al Sol varía ligeramente, acercándonos o alejándonos del mismo lo que, al igual que si nos acercamos o alejamos de una hoguera, provocará que tengamos más calor o más frío.
Por lo tanto, creo que las causas del calentamiento global que en última instancia nos llevará a una nueva glaciación y de las que creo que hay pruebas sólidas son cuatro:
1) Aumento de la radicación solar: La prueba de que está aumentando es el incremento del nivel de H2SO4 en atmosfera. En épocas pre-glaciares es común que la capa de ozono varíe al recibir más impactos de rayos cósmicos y tormentas solares que provocan su ionización, el H2SO4 es el producto de esa reacción y luz de alerta del aumento de la actividad solar.
2) Variación de la incidencia de los rayos solares que hacen que las temperaturas sean cada vez más extremas: más calor en verano y más frío en invierno, haciendo que la primavera y el otoño casi no existan ¿Os suena? Este es un síntoma de que la excentricidad de La Tierra está aumentando, lo que implicará un ligero alejamiento del Sol y por tanto el inicio de una nueva era glaciar.
3) Un cambio del eje magnético de La Tierra el cual nos llevaría a un aumento de la actividad sísmica y volcánica ¿Curioso no? Otra de las evidencias de este cambio de eje magnético y de rotación lo podemos observar en como los hielos se retiran de unas zonas y aumenta en otras... el hielo en Groenlandia se está retirando, pero al norte de Siberia y en la Antártida crece...
4) Siempre que, y así lo demuestran todos los estudios geológicos, el nivel del mar aumenta es indicativo de que se acerca una era glaciar. Y como todos sabemos el nivel del mar está aumentando sin pausa.
En definitiva el cambio climático es un hecho y creo que el ser humano nada tiene que ver en él. La naturaleza sigue su camino, implacable y sin preocuparse de las necesidades o las molestias que le causa la humanidad. Nos ha tocado vivir en mitad de un cambio de ciclo terrestre del cual desconocemos su naturaleza, su alcance y en cuanto tiempo se producirá, pero que está sucediendo ya nadie lo niega. En el pasado ya se han sucedido pequeñas glaciaciones, como en la edad media, quizás lo que estemos viviendo sólo sea eso, o quizás no. No lo podemos saber, la vida de la humanidad respecto a la vida geológica de La Tierra es un minuto en un día, Gaia se mueve por ciclos de frío y calor y dentro de cada uno de ellos también encontramos más sub-ciclos. Quién sabe si nos enfrentamos a un pequeño cambio o a uno grande o si este ocurrirá en 10 o 100 años. Al final los Mayas tenían razón, un ciclo ha finalizado y comienza uno nuevo, ellos, de los que tantos se han burlado, quizás con sus conocimientos astronómicos nos hayan dado desde la antigüedad una nueva lección de humildad: "tendréis más tecnología y más medios pero no sois tan listos como os creéis".
No querría acabar este artículo sin una última reflexión: El ser humano no parece aprender la lección, Nos seguimos creyendo el centro, origen, causa y fin de todas las cosas y de nuevo la naturaleza nos baja de nuestro pedestal. Ni éramos el centro del Universo, ni del Sistema Solar ni el Astro rey giraba a nuestro alrededor y una vez más, los cambios climáticos no son por nuestra causa. Para la naturaleza somos insignificantes, una pulga en el lomo de un elefante. Creo que es hora de dejar de ser tan arrogantes.
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